La libertad no tiene fronteras, ningún ser humano es ilegal
“La búsqueda de la utopía social para mí es un apostolado, tengo el compromiso humano como eje y a la fotografía como herramienta, esta impronta no cambia nada todavía, muy a pesar de mis propios deseos, pero yo si he cambiado y creo que he logrado aportar a otros por lo menos interrogantes, contagiar la sensación de urgencia de estos tiempos, la necesidad de indignarse ante la injusticia y la necesidad de dar testimonio; teniendo a la solidaridad como lenguaje entre los seres humanos, la pasión tras las historias vivas, intentando narrar desde adentro, viviendo cada proceso desde los seres de carne y hueso, casi siempre como un lobo solitario, escuchando a los otros con todos los sentidos, acompañándolos en el riesgo para seguir construyendo una vida, un testimonio, una lucha más allá de la imagen misma y de las consecuencias de ella y de los propios actos”. 0p